|
Vista desde la calle Real |
Sita en la Plaza del Cristo del Perdón, en la
entrada de la población desde Huelva en la confluencia entre las calles Real y
San Sebastián de La Palma
del Condado.
La Ermita de San
Sebastián es erigida en el siglo XVI, justo en el extremo de entrada a la
ciudad de La Palma. El
origen de la Ermita
tiene su razón de ser en la profunda devoción que el pueblo manifestaba al
Altísimo en tiempos de epidemias y necesidades. Aferrados a su fe, se afanaban
en levantar pequeñas capillas en las salidas y entradas de las ciudades para
recibir de ese modo la protección y misericordia de Dios manifestada a través
de los Santos a los que se dedicaban estas modestas construcciones. En Huelva
fue habitual que San Sebastián y San Roque recogiesen gran parte del peso de
esa devoción popular, quedando muchas capillas dedicadas a estos Santos
protectores.
|
Foto más antigua conocida de la ermita |
En La
Palma, San Roque y San Sebastián han ocupado privilegiados
lugares en su sentir devocional, llegando a ser reconocidos como co-patrones de
la villa. Se tiene constancia de que existió la Ermita de San Roque,
construida a la salida de La
Palma, quedando hoy el recuerdo del sagrado recinto con una
cruz de forja que señala el lugar donde un día se alzaba esta Capilla. La de
San Sebastián sí ha llegado a nuestros días, aunque tras ella se oculta una
historia en la que no han faltado las dificultades, que a Dios gracias han sido
vencidas, conservándose este Templo en el que hoy tiene sede nuestra Hermandad
del Santísimo Cristo del Perdón.
|
Vista desde la calle San Sebastián |
Levantada en origen a las afueras de la
población, la también llamada ermita del Santo aparece hoy plenamente integrada
en la trama urbana con una destacable situación: un edificio exento, en la
cabecera entre dos importantes vías públicas, con efectos de fachada de la
villa.
La Ermita de San
Sebastián, de estilo mudéjar, ha pasado a lo largo de los siglos por tener
diferentes usos, razón por la que probablemente hoy siga estando en pie, puesto
que no hay peor enemigo que el abandono y el olvido. La desamortización de 1840
marcará el comienzo de la decadencia y abandono de multitud de edificios
religiosos en la provincia onubense, no quedando La Palma ajena a estas
circunstancias que provocaron con el tiempo la desaparición de ermitas como la
de San Nicolás o la antes citada de San Roque. La de San Sebastián, pese a
encontrarse en aquellos años en un estado ruinoso y haber estado cerrada al
culto, se conoce que a finales de la década de 1880 había pasado por ser
hospital para atender a enfermos en tiempos de epidemias, así como lugar de
almacenaje de enseres y pasos de las Hermandades y la propia Parroquia. En 1936
hay un intento de hacer desaparecer el edificio ante su precario estado de
ruina, frenándose este intento por el estallido de la Guerra Civil, que
deja el templo totalmente expoliado. Durante la posguerra se rehabilitará como
sede de los comedores asistenciales del Auxilio Social, quedando en las décadas
siguiente de nuevo en el olvido. Pasará a ser taller de neumáticos hasta que
finalmente el Ayuntamiento adquiere el edificio e inicia las obras de
rehabilitación y restauración que se concluyen en el año 2001 con la reapertura
al culto de esta Ermita que popularmente se conoció desde siempre como del
Santo.
|
Altar mayor, presidido por el Stmo. Cristo del Perdón
|
La adquisición de la vieja ermita del Santo por
parte del Ayuntamiento de la ciudad, permitió iniciar las necesarias obras de
restauración de la misma, cuyas intervenciones, tanto en el exterior como en su
espacio interno, llevaron a restituir en este edificio, de profunda raigambre
popular, su fisonomía original.
|
Altar de las Ánimas Benditas del Purgatorio, situado en la cabecera de la nave del evangelio |
La Ermita de San
Sebastián se alza en el entorno urbano de la Plaza del Cristo del Perdón, que antaño se
correspondía con una zona de huertas a extramuros de la propia ciudad. El
edificio, sobrio en su decoración, es construido en ladrillo siguiendo las
características más comunes de aquel estilo mudéjar. Su planta rectangular de
esquema basilical, está dividida en tres naves por altos arcos apuntados
enmarcados por alfiz que se sustentan en robustos pilares ochavados, algo que
no fue habitual en el interior de los Templos sino en los patios. El uso de
estos pilares de sección octogonal era algo característico de los claustros de los
patios sevillanos, aunque sí se conoce que fue adoptado en la primitiva
Catedral Metropolitana de México.
|
Nave de la Epístola, con la Capilla Sacramental al fondo y el altar de María Stma. de la Soledad |
La nave central, más ancha y alta, confluye en la Cabecera o Capilla Mayor, de planta cuadrada y elevada sobre el nivel del resto del Templo, donde se sitúa al Crucificado Cristo del Perdón. En cuanto a las laterales, la del Evangelio finaliza en un testero plano que se corresponde con la sacristía, en el cual se ubica una pintura de las Ánimas Benditas del Purgatorio obra de Rafael Blas Rodríguez; mientras que la de la Epístola llega hasta la pequeña Capilla Sacramental, también cuadrada y cuyo acceso se corresponde con una arcada de medio punto, acogiendo en su interior a Nuestra Señora de la Amargura. En una hornacina dispuesta en la misma nave de la Epístola se presenta a la antiquísima imagen de María Santísima de la Soledad.
|
Capilla sacramental, presidida por Ntra. Sra. de la Amargura |
|
Altar de María Stma. de la Soledad, en la nave de la epístola |
La techumbre, de nueva factura, guarda el sabor
característico de aquel artesonado de madera originario. Es una estructura
interior que presenta decoración de tirantes y artesón en la nave central y de
colgadizo en las laterales. En el exterior todo esto se traduce en una cubierta
a dos aguas con tejas tradicionales.
|
Artesonado del techo en la nave central |
La cara externa del edificio muestra un sabor
clasicista y una decoración muy escueta y sencilla. La fachada principal es
centrada por el vano de acceso adintelado flanqueado por pilastras adosadas y
rematado por un frontón partido sobre el que se ubica un óculo, que permite la
entrada de luz al interior. En la cúspide de la fachada se alza una esbelta
espadaña con una única campana en su centro -colocada el 13 de Junio de 2001, festividad de San Antonio, por la donación de D. Antonio Ramírez López y bendecida con el mismo nombre de la ermita por D. Gregorio Arroyo Mantero previamente al comienzo de la primera Misa ante Nuestros Sagrados Titulares en su nueva sede canónica en la mañana del 21 de Junio-, repitiendo compositivamente el
modelo del cuerpo bajo: pilastras adosadas y frontón partido, de cuyo centro
sale el pilar en el que se inserta una Cruz de forja. La espadaña fue
totalmente reconstruida en la última intervención llevada a cabo sobre el
edificio, guardando la misma apariencia que originalmente tenía con la
diferencia de que el frontón adopta una forma curvilínea frente a las líneas
rectas primitivas.
|
Portada principal |
Desde el 26 de marzo de 2006, la placita en que se encuentra enclavada la Ermita de San Sebastián pasó a denominarse Plaza del Cristo del Perdón, en honor a Nuestro
Amantísimo Titular. El descubrimiento de la placa se llevó a cabo tras
la Función Principal de Instituto de la Hermandad por el Alcalde de la
ciudad y nuestro Hno. Mayor.
|
Descubrimiento del nombre de la Plaza Cristo del Perdón |
Desde el año 2008 se presenta en la fachada un retablo cerámico del Santísimo Cristo del Perdón y María Santísima de la Soledad obra del ceramista Carmelo del Toro y donado por su cuadrilla de costaleros, rematado por un tejado de tejas cerámicas y artesonado de
madera, y flanqueado por dos faroles de latón de estilo mudéjar.
|
Bendición del mosaico por el Rvdo. Cura Párroco |
La fachada lateral mantiene el aspecto
neoclasicista, donde las líneas rectas y limpias van a otorgar una elegancia
sublime a la sencillez decorativa del edificio. En la fachada lateral (la de la
nave del Evangelio), se sitúan pilastras adosadas a ambos lados de una gran
puerta, que en la citada restauración fue ampliada para poder permitir la
salida de los pasos procesionales de la Cofradía. Varios
ventanales con vidrieras se dejan ver en ambas fachadas laterales, quedando a
la vista el aspecto robusto y esbelto de esta Ermita, que presenta su
arquitectura exenta.
|
Fachada lateral, con el monumento de Sta. Ángela |
En octubre de 2023, tras la Solemne Función Extraordinaria celebrada por el LXXV Aniversario Fundacional de la Hermandad, se coloca en su fachada principal un segundo retablo cerámico siguiendo el estilo del anterior con la imagen de Nuestra Señora de la Amargura.
|
Bendición del retablo cerámico (8-10-2023)
|
El 2 de noviembre de ese mismo año, festividad de los Fieles Difuntos, fue bendecido un nuevo retablo para el Altar de Nuestra Señora de la Amargura, en el que destacan las columnas provenientes del antiguo templete del Altar Mayor de la Parroquia.
|
Retablo del Altar de Ntra. Sra. de la Amargura
|
Bibliografía:
Boletín "Perdón", nº 36. Manuel Valdayo Jerez, Licenciado en Historia del Arte