La mañana había amanecido soleada. Con
la llegada de nuestro Hermano Mayor de la Misa de Palmas y la colocación de la artística
palma elaborada por la Asociación Belenista “El templo” en nuestra ermita para lucirla
todo el año en el Altar Mayor, Junta de Gobierno, colaboradores y Hermanos Costaleros
nos dirigimos a disfrutar del entrañable Acto de Hermandad en el que cada año
todos juntos estrechamos lazos en las horas previas a nuestra Estación de
Penitencia.
El acto de confraternización fue
sencillo y emotivo como siempre, y este año se le hizo una Mención Especial a
NHDª Mª José Villalba, que lleva tantos años al frente de la capilla musical
durante la Función de la Hermandad de manera totalmente altruista, con entrega
de un cuadro de agradecimiento de Nuestros Sagrados Titulares, y la Cuadrilla
del Cristo homenajeó al Hermano Costalero Juan José Salazar, quien cumplía
treinta años bajo las trabajaderas del Stmo. Cristo del Perdón.
Con un Domingo de Ramos radiante, a las
seis en punto de la tarde, y tras la oración dirigida por nuestro Director
Espiritual, las puertas de la ermita se abrían a una nueva Semana Santa poniendo
la Cruz de Guía en el dintel de la puerta para dar inicio nuestra Estación de
Penitencia con la ofrenda floral al monumento de Santa Ángela de la Cruz.
Mientras el paso de Cristo volvía a
lucirse con su sobrio caminar por la calle Real, el palio cruzaba los arcos y
la puerta de la ermita saliendo un año más al encuentro con la gran cantidad de
devotos que esperaban ese momento. La Banda de Música “Filarmónica Ciudad de
Bollullos” recibía a Nuestra Señora de la Amargura al son de “Amarguras” en
conmemoración por el centenario de tan afamada composición musical.
Un año más la visita y el giro de
respeto en la Ermita del Valle y en el convento de nuestras Camaristas Honorarias
las Hermanas de la Cruz, donde ante la emocionada mirada de las ancianas,
volvían a entonar sus angelicales plegarias a Nuestros Sagrados Titulares.
Al son de “Pange Lingua” pasaba el paso
de Cristo por una abarrotada Plaza de Pedro Alonso Morgado donde nos esperaba
la Hermandad del Cautivo. Emotiva fue también la llegada del palio de la
Amargura al cruce de la calle Rey Juan Carlos I al compás de “Tus Dolores son
mis Penas”, en un gesto bellísimo dedicado a la Hermandad del Santo Entierro.
La saeta rompía el aire en Cardenal
Segura al paso de Nuestros Amantísimos Titulares en la voz de Auxiliadora
Martín, a la que agradecemos tan magistral interpretación como siempre.
Hubo una gran cantidad de público
acompañándonos durante toda la procesión, estando nuestra placita completamente
abarrotada de gente esperando la recogida de la Hermandad. Sobre las diez de la
noche llegaba de nuevo la Cruz de Guía hasta el templo donde, tras la llamada
del Diputado Mayor de Gobierno, se volvían a abrir las impresionantes puertas
de madera de nuestra ermita.
Hacia las diez y media llegaba el
Santísimo Cristo del Perdón y María Santísima de la Soledad a las puertas de
nuestro Templo y tras un magnífico trabajo de los costaleros del paso de caoba,
los enfervorecidos devotos, emocionados, despedían entre palmas a Nuestros
Amantísimos Titulares por un año. Por su parte, Nuestra Señora de la Amargura
entraba en nuestra ermita pocos minutos después de las once de la noche tras
una larga “chicotá” que completó con las marchas “Mi Amargura” y “Perdón y
Amargura”.
Un año más se cumplieron nuestros sueños y pudimos disfrutar de una
magnífica Estación de Penitencia.