En la Iglesia Parroquial
existía un retablo que recibía el nombre de Altar de Ánimas, nombre con el que
aún se le sigue denominando. Este altar, que fue ejecutado, al igual que la
mayoría del Templo Parroquial, por D. Francisco Rodríguez, Maestro Curro el
Dorador, en la reconstrucción del templo en los años de la posguerra, estaba
realizado sobre fondo rojo carruaje desde donde resurgía la talla dorada en oro
de ley. En su parte superior destaca el emblema de las Ánimas Benditas, una
cruz arbórea sobre las llamas del purgatorio. En su parte posterior se observa
el emblema con la Cruz
de San Juan Bautista, titular de la Iglesia Parroquial.
Y en el centro del retablo estaba un hermoso cuadro de Ánimas en el que se
representa a Dios Padre con Jesús Dios Hijo muerto, yacente en sus brazos.
Junto a ellos María su Madre, Dios Espíritu Santo representado como Paloma, San
Miguel Arcángel, varios Santos y a sus pies las Ánimas del Purgatorio.
Altar de Ánimas en la Ermita de S. Sebastián
Esta
iconografía fue realizada por el pintor sevillano Rafael Blas Rodríguez. En
marzo de 1.959 se tienen que acometer importantes reformas en el altar y el
cuadro de Ánimas existente pasa a presidir el retablo del antiguo cementerio municipal, y
posteriormente en 1981 se traslada al lateral de la capilla del nuevo Cementerio de la Soledad, hasta que en el
año 2001 se traslada a la
Ermita de San Sebastián, donde recibe culto actualmente.
En el año 2006 se llevó a cabo la restauración de su
artístico marco original, trabajos realizados por NHD Diego Gallego García
consistentes en el saneado y consolidación de las maderas, así como en la
reposición de su policromía.