sábado, 30 de abril de 2016

ERMITA DE SAN SEBASTIÁN

Vista desde la calle Real


Sita en la Plaza del Cristo del Perdón, en la entrada de la población desde Huelva en la confluencia entre las calles Real y San Sebastián de La Palma del Condado.


 
 
 
La Ermita de San Sebastián es erigida en el siglo XVI, justo en el extremo de entrada a la ciudad de La Palma. El origen de la Ermita tiene su razón de ser en la profunda devoción que el pueblo manifestaba al Altísimo en tiempos de epidemias y necesidades. Aferrados a su fe, se afanaban en levantar pequeñas capillas en las salidas y entradas de las ciudades para recibir de ese modo la protección y misericordia de Dios manifestada a través de los Santos a los que se dedicaban estas modestas construcciones. En Huelva fue habitual que San Sebastián y San Roque recogiesen gran parte del peso de esa devoción popular, quedando muchas capillas dedicadas a estos Santos protectores.


Foto más antigua conocida de la ermita
En La Palma, San Roque y San Sebastián han ocupado privilegiados lugares en su sentir devocional, llegando a ser reconocidos como co-patrones de la villa. Se tiene constancia de que existió la Ermita de San Roque, construida a la salida de La Palma, quedando hoy el recuerdo del sagrado recinto con una cruz de forja que señala el lugar donde un día se alzaba esta Capilla. La de San Sebastián sí ha llegado a nuestros días, aunque tras ella se oculta una historia en la que no han faltado las dificultades, que a Dios gracias han sido vencidas, conservándose este Templo en el que hoy tiene sede nuestra Hermandad del Santísimo Cristo del Perdón.
Vista desde la calle San Sebastián

Levantada en origen a las afueras de la población, la también llamada ermita del Santo aparece hoy plenamente integrada en la trama urbana con una destacable situación: un edificio exento, en la cabecera entre dos importantes vías públicas, con efectos de fachada de la villa.

La Ermita de San Sebastián, de estilo mudéjar, ha pasado a lo largo de los siglos por tener diferentes usos, razón por la que probablemente hoy siga estando en pie, puesto que no hay peor enemigo que el abandono y el olvido. La desamortización de 1840 marcará el comienzo de la decadencia y abandono de multitud de edificios religiosos en la provincia onubense, no quedando La Palma ajena a estas circunstancias que provocaron con el tiempo la desaparición de ermitas como la de San Nicolás o la antes citada de San Roque. La de San Sebastián, pese a encontrarse en aquellos años en un estado ruinoso y haber estado cerrada al culto, se conoce que a finales de la década de 1880 había pasado por ser hospital para atender a enfermos en tiempos de epidemias, así como lugar de almacenaje de enseres y pasos de las Hermandades y la propia Parroquia. En 1936 hay un intento de hacer desaparecer el edificio ante su precario estado de ruina, frenándose este intento por el estallido de la Guerra Civil, que deja el templo totalmente expoliado. Durante la posguerra se rehabilitará como sede de los comedores asistenciales del Auxilio Social, quedando en las décadas siguiente de nuevo en el olvido. Pasará a ser taller de neumáticos hasta que finalmente el Ayuntamiento adquiere el edificio e inicia las obras de rehabilitación y restauración que se concluyen en el año 2001 con la reapertura al culto de esta Ermita que popularmente se conoció desde siempre como del Santo.



Altar mayor, presidido por el Stmo. Cristo del Perdón

La adquisición de la vieja ermita del Santo por parte del Ayuntamiento de la ciudad, permitió iniciar las necesarias obras de restauración de la misma, cuyas intervenciones, tanto en el exterior como en su espacio interno, llevaron a restituir en este edificio, de profunda raigambre popular, su fisonomía original.
Altar de las Ánimas Benditas del Purgatorio, situado en la cabecera de la nave del evangelio
 
La Ermita de San Sebastián se alza en el entorno urbano de la Plaza del Cristo del Perdón, que antaño se correspondía con una zona de huertas a extramuros de la propia ciudad. El edificio, sobrio en su decoración, es construido en ladrillo siguiendo las características más comunes de aquel estilo mudéjar. Su planta rectangular de esquema basilical, está dividida en tres naves por altos arcos apuntados enmarcados por alfiz que se sustentan en robustos pilares ochavados, algo que no fue habitual en el interior de los Templos sino en los patios. El uso de estos pilares de sección octogonal era algo característico de los claustros de los patios sevillanos, aunque sí se conoce que fue adoptado en la primitiva Catedral Metropolitana de México. 


Nave de la Epístola, con la Capilla Sacramental al fondo y el altar de María Stma. de la Soledad
 
La nave central, más ancha y alta, confluye en la Cabecera o Capilla Mayor, de planta cuadrada y elevada sobre el nivel del resto del Templo, donde se sitúa al Crucificado Cristo del Perdón. En cuanto a las laterales, la del Evangelio finaliza en un testero plano que se corresponde con la sacristía, en el cual se ubica una pintura de las Ánimas Benditas del Purgatorio obra de Rafael Blas Rodríguez; mientras que la de la Epístola llega hasta la pequeña Capilla Sacramental, también cuadrada y cuyo acceso se corresponde con una arcada de medio punto, acogiendo en su interior a Nuestra Señora de la Amargura. En una hornacina dispuesta en la misma nave de la Epístola se presenta a la antiquísima imagen de María Santísima de la Soledad.

Capilla sacramental, presidida por Ntra. Sra. de la Amargura

Altar de María Stma. de la Soledad, en la nave de la epístola

La techumbre, de nueva factura, guarda el sabor característico de aquel artesonado de madera originario. Es una estructura interior que presenta decoración de tirantes y artesón en la nave central y de colgadizo en las laterales. En el exterior todo esto se traduce en una cubierta a dos aguas con tejas tradicionales.

Artesonado del techo en la nave central
 
La cara externa del edificio muestra un sabor clasicista y una decoración muy escueta y sencilla. La fachada principal es centrada por el vano de acceso adintelado flanqueado por pilastras adosadas y rematado por un frontón partido sobre el que se ubica un óculo, que permite la entrada de luz al interior. En la cúspide de la fachada se alza una esbelta espadaña con una única campana en su centro -colocada el 13 de Junio de 2001, festividad de San Antonio, por la donación de D. Antonio Ramírez López y bendecida con el mismo nombre de la ermita por D. Gregorio Arroyo Mantero previamente al comienzo de la primera Misa ante Nuestros Sagrados Titulares en su nueva sede canónica en la mañana del 21 de Junio-, repitiendo compositivamente el modelo del cuerpo bajo: pilastras adosadas y frontón partido, de cuyo centro sale el pilar en el que se inserta una Cruz de forja. La espadaña fue totalmente reconstruida en la última intervención llevada a cabo sobre el edificio, guardando la misma apariencia que originalmente tenía con la diferencia de que el frontón adopta una forma curvilínea frente a las líneas rectas primitivas. 
Portada principal
 
Desde el 26 de marzo de 2006, la placita en que se encuentra enclavada la Ermita de San Sebastián pasó a denominarse Plaza del Cristo del Perdón, en honor a Nuestro Amantísimo Titular. El descubrimiento de la placa se llevó a cabo tras la Función Principal de Instituto de la Hermandad por el Alcalde de la ciudad y nuestro Hno. Mayor.
 
Descubrimiento del nombre de la Plaza Cristo del Perdón

Desde el año 2008 se presenta en la fachada un retablo cerámico del Santísimo Cristo del Perdón y María Santísima de la Soledad obra del ceramista Carmelo del Toro y donado por su cuadrilla de costaleros, rematado por un tejado de tejas cerámicas y artesonado de madera, y flanqueado por dos faroles de latón de estilo mudéjar.


Bendición del mosaico por el Rvdo. Cura Párroco
 
La fachada lateral mantiene el aspecto neoclasicista, donde las líneas rectas y limpias van a otorgar una elegancia sublime a la sencillez decorativa del edificio. En la fachada lateral (la de la nave del Evangelio), se sitúan pilastras adosadas a ambos lados de una gran puerta, que en la citada restauración fue ampliada para poder permitir la salida de los pasos procesionales de la Cofradía. Varios ventanales con vidrieras se dejan ver en ambas fachadas laterales, quedando a la vista el aspecto robusto y esbelto de esta Ermita, que presenta su arquitectura exenta.
Fachada lateral, con el monumento de Sta. Ángela

En octubre de 2023, tras la Solemne Función Extraordinaria celebrada por el LXXV Aniversario Fundacional de la Hermandad, se coloca en su fachada principal un segundo retablo cerámico siguiendo el estilo del anterior con la imagen de Nuestra Señora de la Amargura.

Bendición del retablo cerámico (8-10-2023)

El 2 de noviembre de ese mismo año, festividad de los Fieles Difuntos, fue bendecido un nuevo retablo para el Altar de Nuestra Señora de la Amargura, en el que destacan las columnas provenientes del antiguo templete del Altar Mayor de la Parroquia.

Retablo del Altar de Ntra. Sra. de la Amargura

Bibliografía:
Boletín "Perdón", nº 36. Manuel Valdayo Jerez, Licenciado en Historia del Arte