Ayer jueves finalizaron los cultos celebrados durante estos primeros días de noviembre en sufragio por las Ánimas Benditas del Purgatorio.
Dichos cultos se iniciaron el día 1, festividad de Todos los Santos, con la Veneración de María Santísima de la Soledad, que desde las diez de la mañana hasta las ocho de la tarde recibió numerosas visitas de fieles y devotos en nuestra Ermita de San Sebastián.
El 2 de noviembre, festividad de los Difuntos, dio comienzo a las ocho de la tarde la Novena por las Ánimas Benditas con el siguiente orden: Santo Rosario y el Ejercicio de la Novena, consagrándose a continuación la Función de los Difuntos. Dicha Eucaristía, ofrecida por el descanso eterno de las almas de todos nuestros Hermanos y fieles difuntos, fue celebrada por el sacerdote palmerino D. Martín José García Ramírez, adscrito de la Parroquia de San Juan Bautista.
Para la ocasión, el altar siguió el estilo tradicional de la Hermandad, con la Virgen de la Soledad a los pies de Nuestro Crucificado ante dosel negro. Jalonaban a ambos lados del altar, en las columnas que delimitan el presbiterio, sendas lámparas aceiteras que se estrenaban tras su donación por un Hermano.
Durante todo el mes de noviembre el cuadro que representa a las Ánimas Benditas del Purgatorio en la Ermita de San Sebastián Mártir estará alumbrado por un farol de plata que ha sido donado a nuestra Hermandad para recuperar esta antigua y tradicional costumbre de iluminarlas durante el mes que está dedicado al recuerdo de todos los que ya partieron de este mundo hacia el encuentro con el Padre Todopoderoso.
A su vez Nuestra Señora de la Amargura lucía el tradicional atuendo “de luto” en recuerdo de todos los difuntos, estrenando un singular exvoto antiguo de doble corazón plateado en el pecho y una sardineta bordada a realce en oro de ley sobre malla de bolillos artesanal realizada por su vestidor D. Mariano Martín Santonja, todo ello donado por devotos.
