Ayer sábado
culminamos los cultos celebrados durante estos primeros días del mes de
noviembre en honor y sufragio por las Ánimas Benditas del Purgatorio.
Dichos cultos se
iniciaron el día 1, festividad de Todos los Santos, con el Besamanos de María
Santísima de la Soledad, que desde las diez de la mañana hasta las ocho de la
tarde recibió numerosas visitas de fieles y devotos en nuestra Ermita de San
Sebastián.
Siguiendo mandato
de nuestras sagradas Reglas, dio comienzo el 2 de noviembre, a las ocho de la
tarde, la Novena por las Ánimas Benditas con el siguiente orden: Santo Rosario
y el Ejercicio de la Novena, y siguiendo nuestra costumbre el primer día,
festividad de los Difuntos, se consagró además la Función de los Difuntos,
presidida por nuestro Coadjutor D. Cristóbal Robledo.
Para la ocasión, el altar siguió el estilo tradicional de la Hermandad,
con la Virgen de la Soledad a los pies de Nuestro Crucificado ante dosel negro.
En el altar del sagrario, Nuestra Señora de la Amargura lucía ropaje de luto y
diadema.