Hoy
no asistiremos al Solemne Besapié ni al Vía Crucis de nuestro Santísimo Cristo
del Perdón; ni podremos verlo elevándose hasta el artesonado de nuestra Ermita
para quedar clavado en su Calvario de caoba y plata a la espera de un nuevo
Domingo de Ramos.
Todo
se nos ha presentado distinto esta Cuaresma, y así lo afrontamos, con la
certeza de saber que, en el silencio de su Ermita, nuestro Santísimo Cristo del
Perdón escucha nuestras plegarias y peticiones para que acabe esta pandemia que
estamos sufriendo. Por eso, en estos momentos nos acordamos de todos los
enfermos y víctimas del Coronavirus y de sus familiares, para que nuestra Santísima
Madre de la Soledad y Nuestra Señora de la Amargura les den fuerzas y que muy
pronto conviertan en esperanza y consuelo el desánimo y desasosiego que estamos
viviendo en estos días.
Desde
nuestra Hermandad queremos también acordarnos en nuestras oraciones, de una
forma muy especial en el día de hoy, de nuestros mayores de la “Residencia de
Mayores La Viña” así como de todas las residentes en nuestro querido Convento
de las Hermanas de la Cruz, sin olvidarnos de los niños que forman la familia
de “Jacaranda” que todos los años nos visitan en este día para sentir el abrazo
de nuestro Cristo y contemplar a su Madre.
Aunque
todos les sintamos presentes, os invitamos con este reportaje a orar y venerar
al Santísimo Cristo del Perdón, María Santísima de la Soledad y Nuestra Señora
de la Amargura tal como marca nuestro calendario anual de Cultos, en la Ermita
de nuestros corazones.
Sigamos el piadoso ejercicio del Vía Crucis en el siguiente video: