lunes, 13 de enero de 2020

SALUDO DEL HERMANO MAYOR


Queridos Hermanos:
Me dirijo a todos vosotros como Hermano Mayor de nuestra querida Hermandad e inevitablemente, siento más que nunca el peso de la responsabilidad que ello supone. Lo hago, después de haber jurado el pasado domingo día 12 de enero de 2020 mi cargo de Hermano Mayor ante nuestros Sagrados Titulares, a los que les pido que me den la fuerza y entereza necesaria para afrontar este reto que ahora iniciamos.
Quisiera agradeceros enormemente las constantes muestras de cariño y afecto que he recibido desde el primer momento en el que decidí presentarme a Hermano Mayor, sinceramente os digo, que vuestro aliento y apoyo, han sido los que me ha impulsado definitivamente a seguir adelante. Agradecer, del mismo modo, el gran entendimiento y disposición de todos a la hora de unificar y aunar esfuerzos en torno a este proyecto común que hoy nos une.
Heredamos una Hermandad, que, en esta nueva legislatura, tiene, entre otros, el propósito de conmemorar el 75 Aniversario de su existencia, con lo que ello supone de reconocimiento a quiénes con su entrega y amor, fueron escribiendo en mayúsculas la historia de nuestra Corporación, transmitiendo e inculcando la devoción a nuestros Sagrados Titulares como base principal para asegurar el futuro de la misma.
Estoy completamente seguro que esta nueva Junta de Gobierno recientemente elegida a la que tengo el inmenso honor de representar, su Junta Auxiliar y sus colaboradores, junto a todos vosotros, queridos Hermanos del Perdón, trabajaremos y aunaremos esfuerzos para que ésta sea una legislatura apasionante, en donde iremos todos de la mano en pos de nuestra querida Corporación. Tenemos que hacer del diálogo y el consenso, una Hermandad unida y fuerte, como el amor que sentimos por ella.
Y lo haremos siempre, en constante comunión con nuestra Parroquia, tendiendo nuestra mano en todo aquello en lo que se nos necesite o requiera y participando en sus cosas, porque como parte de ella que somos, debemos ser partícipes desde nuestra actitud de servicio y por supuesto, con nuestro ejemplo cristiano.
Por lo tanto, sólo me queda encomendarme a mi Cristo Crucificado y a Nuestra Santísima Madre, pidiéndoles que el Perdón sea en todo momento quién guíe nuestras decisiones; que la Soledad de la Virgen nos ayude a no caminar solos en esta nueva andadura y que la única Amargura que nos invada el corazón en estos 4 años, sea la de la mirada de los ojos de Nuestra Santísima Madre.
Ya sólo me queda deciros, queridos Hermanos, que comienza una legislatura que afrontamos con muchísima ilusión y por supuesto, con el firme compromiso de trabajar siempre por nuestra Hermandad desde el respeto por lo que heredamos de nuestros antecesores y con la esperanza de que se vean cumplidos nuestros nuevos proyectos, que afrontaremos desde la unión y el amor incondicional que le profesamos a Nuestros Sagrados Titulares.
Vuestro Hermano Mayor
SANTIAGO DAZA GONZÁLEZ