Me dirijo a todos vosotros como Hermano
Mayor de nuestra querida Hermandad e inevitablemente, siento más que nunca el
peso de la responsabilidad que ello supone. Lo hago, después de haber jurado el
pasado domingo día 12 de enero de 2020 mi cargo de Hermano Mayor ante nuestros
Sagrados Titulares, a los que les pido que me den la fuerza y entereza
necesaria para afrontar este reto que ahora iniciamos.
Quisiera agradeceros enormemente las
constantes muestras de cariño y afecto que he recibido desde el primer momento
en el que decidí presentarme a Hermano Mayor, sinceramente os digo, que vuestro
aliento y apoyo, han sido los que me ha impulsado definitivamente a seguir
adelante. Agradecer, del mismo modo, el gran entendimiento y disposición de
todos a la hora de unificar y aunar esfuerzos en torno a este proyecto común
que hoy nos une.
Heredamos una Hermandad, que, en esta
nueva legislatura, tiene, entre otros, el propósito de conmemorar el 75
Aniversario de su existencia, con lo que ello supone de reconocimiento a
quiénes con su entrega y amor, fueron escribiendo en mayúsculas la historia de
nuestra Corporación, transmitiendo e inculcando la devoción a nuestros Sagrados
Titulares como base principal para asegurar el futuro de la misma.
Estoy completamente seguro que esta
nueva Junta de Gobierno recientemente elegida a la que tengo el inmenso honor
de representar, su Junta Auxiliar y sus colaboradores, junto a todos vosotros,
queridos Hermanos del Perdón, trabajaremos y aunaremos esfuerzos para que ésta
sea una legislatura apasionante, en donde iremos todos de la mano en pos de
nuestra querida Corporación. Tenemos que hacer del diálogo y el consenso, una
Hermandad unida y fuerte, como el amor que sentimos por ella.
Y lo haremos siempre, en constante
comunión con nuestra Parroquia, tendiendo nuestra mano en todo aquello en lo
que se nos necesite o requiera y participando en sus cosas, porque como parte
de ella que somos, debemos ser partícipes desde nuestra actitud de servicio y
por supuesto, con nuestro ejemplo cristiano.
Por lo tanto, sólo me queda
encomendarme a mi Cristo Crucificado y a Nuestra Santísima Madre, pidiéndoles
que el Perdón sea en todo momento quién guíe nuestras decisiones; que la
Soledad de la Virgen nos ayude a no caminar solos en esta nueva andadura y que
la única Amargura que nos invada el corazón en estos 4 años, sea la de la mirada
de los ojos de Nuestra Santísima Madre.
Ya sólo me queda deciros, queridos
Hermanos, que comienza una legislatura que afrontamos con muchísima ilusión y
por supuesto, con el firme compromiso de trabajar siempre por nuestra Hermandad
desde el respeto por lo que heredamos de nuestros antecesores y con la esperanza
de que se vean cumplidos nuestros nuevos proyectos, que afrontaremos desde la
unión y el amor incondicional que le profesamos a Nuestros Sagrados Titulares.
Vuestro
Hermano Mayor
SANTIAGO
DAZA GONZÁLEZ