Me presento ante vosotros como Hermano Mayor de nuestra
Hermandad, elegido en el cabildo de elecciones del día 27 de noviembre de 2015.
Por ello
quisiera empezar dando las gracias al Santísimo
Cristo del Perdón, y a su Madre, la Virgen de la Soledad y de la Amargura, por haberme
confiado esta honrosa tarea, durante los próximos años, junto con los miembros
de la nueva Junta de Gobierno, que acabamos de tomar posesión de nuestros cargos.
A nuestros Titulares nos encomendamos, para que nos guíen en las tareas y
proyectos que tenemos por delante.
Quisiera
igualmente agradecer a todos nuestros Hermanos su ejemplar participación en
las pasadas elecciones, en las que otorgaron su apoyo y confianza a esta nueva
Junta de Gobierno, y por supuesto quisiera también agradecer el trabajo y la
dedicación a los miembros de la anterior Junta que no continúan en la presente,
pero que seguirán estando a disposición de la Hermandad, para todo lo que
necesitemos de ellos, su experiencia será muy útil y necesaria los años
venideros.
Me gustaría
también dar un soplo de confianza a nuestro Grupo Joven, espero de ellos su
ilusión, su empuje y su entusiasmo, porque ellos deben de aportarnos savia nueva
y a la vez deben garantizar el futuro de nuestra corporación. Desde aquí hago
un llamamiento a todos nuestros Hermanos jóvenes para que se unan a ellos y
experimenten lo que es vivir la Hermandad desde dentro.
El Papa
Francisco abrió el pasado mes de diciembre la Puerta Santa de la Basílica de
San Pedro para inaugurar el Jubileo de la Misericordia. Un Año Santo en el que
el Pontífice invita a «anteponer la misericordia al juicio» y que acabará el
próximo 20 de noviembre de 2016.
Un Año Santo
o Jubilar es tradicionalmente un año de perdón y reconciliación. Lo esencial
del jubileo es pedir perdón a Dios y perdonar a los demás. La Misericordia de
Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y
lo hace a su vez capaz de misericordia. Es milagroso contemplar que la
Misericordia Divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros,
impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la
Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales. Estas obras
nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos,
destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre
los que seremos juzgados al final de nuestra vida terrena. Por eso, nos pide el
Santo Padre que «el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las
obras de misericordia corporales y espirituales».
Por ello
esta nueva Junta de Gobierno quiere asumir la tarea que nos habéis encomendado,
con ilusión, buscando la unidad en nuestra Hermandad, con espíritu de diálogo y
de servicio a los Hermanos. Especialmente queremos que sea una prioridad la
labor caritativa y social e intentaremos poner todo nuestro empeño en el
servicio de todos los que necesiten nuestra ayuda, sobre todo ahora, en los
momentos difíciles que vivimos.
Por ultimo quiero hacer un llamamiento a todos los
que quieran venir a trabajar en favor de la devoción al Santísimo Cristo del
Perdón, o a la de su Madre de la Soledad o la Amargura. Todos seréis
bienvenidos, nuestras puertas estarán siempre abiertas para todos los que
tengan iniciativas, ideas nuevas y proyectos que ofrecernos, o que simplemente
deseen colaborar con su Hermandad.
Vuestro
Hermano Mayor
FERNANDO J. BERNABÉ ÁVILA