domingo, 1 de mayo de 2016

Saludo del Hermano Mayor

Me presento ante vosotros como Hermano Mayor de nuestra Hermandad, elegido en el cabildo de elecciones del día 27 de noviembre de 2015.
Por ello quisiera empezar dando las gracias al Santísimo Cristo del Perdón, y a su Madre, la Virgen de la Soledad y de la Amargura, por haberme confiado esta honrosa tarea, durante los próximos años, junto con los miembros de la nueva Junta de Gobierno, que acabamos de tomar posesión de nuestros cargos. A nuestros Titulares nos encomendamos, para que nos guíen en las tareas y proyectos que tenemos por delante.
Quisiera igualmente agradecer a todos nuestros Hermanos su ejemplar participación en las pasadas elecciones, en las que otorgaron su apoyo y confianza a esta nueva Junta de Gobierno, y por supuesto quisiera también agradecer el trabajo y la dedicación a los miembros de la anterior Junta que no continúan en la presente, pero que seguirán estando a disposición de la Hermandad, para todo lo que necesitemos de ellos, su experiencia será muy útil y necesaria los años venideros.
Me gustaría también dar un soplo de confianza a nuestro Grupo Joven, espero de ellos su ilusión, su empuje y su entusiasmo, porque ellos deben de aportarnos savia nueva y a la vez deben garantizar el futuro de nuestra corporación. Desde aquí hago un llamamiento a todos nuestros Hermanos jóvenes para que se unan a ellos y experimenten lo que es vivir la Hermandad desde dentro.
El Papa Francisco abrió el pasado mes de diciembre la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro para inaugurar el Jubileo de la Misericordia. Un Año Santo en el que el Pontífice invita a «anteponer la misericordia al juicio» y que acabará el próximo 20 de noviembre de 2016.
Un Año Santo o Jubilar es tradicionalmente un año de perdón y reconciliación. Lo esencial del jubileo es pedir perdón a Dios y perdonar a los demás. La Misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es milagroso contemplar que la Misericordia Divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales. Estas obras nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados al final de nuestra vida terrena. Por eso, nos pide el Santo Padre que «el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales».
Por ello esta nueva Junta de Gobierno quiere asumir la tarea que nos habéis encomendado, con ilusión, buscando la unidad en nuestra Hermandad, con espíritu de diálogo y de servicio a los Hermanos. Especialmente queremos que sea una prioridad la labor caritativa y social e intentaremos poner todo nuestro empeño en el servicio de todos los que necesiten nuestra ayuda, sobre todo ahora, en los momentos difíciles que vivimos.
Por ultimo quiero hacer un llamamiento a todos los que quieran venir a trabajar en favor de la devoción al Santísimo Cristo del Perdón, o a la de su Madre de la Soledad o la Amargura. Todos seréis bienvenidos, nuestras puertas estarán siempre abiertas para todos los que tengan iniciativas, ideas nuevas y proyectos que ofrecernos, o que simplemente deseen colaborar con su Hermandad.

Vuestro Hermano Mayor
FERNANDO J. BERNABÉ ÁVILA