martes, 20 de octubre de 2020

BENDICIÓN DE LA CORONA DE ESPINAS Y LAS POTENCIAS PARA EL STMO. CRISTO DEL PERDÓN Y ENTREGA DE LAS MEDALLAS DORADAS DE LA CORPORACIÓN

 Al Ofertorio de la Santa Misa de Hermandad celebrada el pasado viernes 16 de octubre en nuestra Ermita de San Sebastián, el Vicario Parroquial Don Rubén Sánchez Arancibia procedió a la Bendición de la corona de espinas y el juego de tres potencias que un grupo de Hermanos han donado para el Stmo. Cristo del Perdón. El sacerdote destacó la importancia del simbolismo de las mismas, ya que la corona de espinas representa la Pasión del Señor nuestro Dios hecho hombre que murió en la Cruz por el Perdón de todo el mundo; la Cruz es su trono y la corona es símbolo de Su Realeza y Divina Majestad tanto en el Cielo así como en la Tierra ya que Cristo es el Rey del Universo: Suyo es el Reino, Suyo es el Poder y Suya es la Gloria por siempre. Según sus palabras, las tres Potencias manifiestan la Divinidad de Cristo: GRACIA (Santidad); OMNIPOTENCIA (Todo lo puede); OMNICIENCIA (Todo lo conoce y todo lo sabe).

Fotografía: José María Pichardo Díaz.

En las cartelas inferiores de las Potencias figuran atributos de la Pasión de Cristo y sobre las mismas, en cada una de ellas aparecen una pareja de querubines que sostienen las iniciales JHS formada por pedrería granate sobre las tres ráfagas de luz. Dichas Potencias, fueron ejecutadas y cinceladas a mano de plata de ley sobredoradas en el prestigioso obrador de Orfebrería Ramos de Sevilla allá por el año 1.992, donde fueron compradas por una familia sevillana y oriunda de La Palma del Condado y que la habían estado custodiando en su hogar, hasta que ahora han sido adquiridas por la familia que, junto a un grupo de hermanos devotos, las han donado a nuestra Hermandad.

Fotografía: José María Pichardo Díaz.

El escultor y colaborador de la Hermandad, NHD Antonio J. Bernabé Ávila, ha llevado a cabo la ejecución de la Corona de espinas que acompañará al juego de Potencias, realizada de forma totalmente desinteresada y altruista con ramas de acacia natural, trenzadas y policromadas al óleo.

Al finalizar la Santa Misa, y tras ser bendecidas por nuestro Vicario Parroquial, les fue entregada la Medalla Dorada de la Hermandad a los cinco Hermanos más antiguos que aún no la tienen tras unas breves y sencillas palabras de nuestro Hermano Mayor. Nuestros Hermanos Francisco Alanís Rodríguez, Antonio Bueno Díaz, Juan Díaz Larios, Manuel Pinto Martín y Rafael Sánchez Cárdenas recibieron tal reconocimiento por su perseverancia, fidelidad, constancia y firmeza en la devoción a nuestros Sagrados Titulares, destacando en sus palabras D. Santiago Daza González que “Es cierto que estamos viviendo momentos complicados en la actualidad, en medio de una pandemia que nos está azotando y que nos ha privado de muchas de nuestras cosas, y que aún a día de hoy nos mantiene inmersos en una gran incertidumbre y preocupación, mientras aguardamos deseosos de que lo más pronto posible esté disponible una vacuna o medicina que sea capaz de vencer a este virus y al mismo tiempo, nos devuelva a esa normalidad que tanto anhelamos y deseamos. Esa normalidad que, entre otras muchas cosas, nos hubiera permitido el haber celebrado nuestros Cultos de Cuaresma, y en ellos, el haber reconocido su trayectoria en el seno de nuestra Corporación a los hermanos más antiguos que aún no poseen la Medalla Dorada de su Hermandad.

Sin embargo, y a pesar de las dificultades que han ido surgiendo, no hemos querido que acabara el año sin realizar el justo y merecido reconocimiento a quiénes llevan tantos años vinculados y teniendo un papel tan importante en la vida de esta Corporación, ya que precisamente sus hermanos son nuestro valor más preciado.

Conscientes de ello, el pasado día 8 de octubre en Cabildo de Oficiales celebrado en nuestra Ermita de San Sebastián, esta Junta de Gobierno decidió de forma unánime retomar este sencillo pero emotivo Acto de Imposición de las Medallas a los hermanos que le correspondían en este año 2020, y que tuvimos que suspender en su momento como consecuencia del Estado de Alarma en el que nos encontrábamos inmersos en aquellos días”.

Este año, al contrario que en los anteriores, como protocolo por las medidas del COVID-19, “no podremos imponeros vuestra medalla tal y como viene siendo habitual y como nos hubiera gustado realizarlo, pero sabed que cuando la recojáis, impregnada en ellas lleváis el fraternal abrazo y el más sincero agradecimiento de este Hermano Mayor y de toda su Junta de Gobierno por vuestra fidelidad y devoción hacia nuestros Sagrados Titulares.

Muchas gracias y enhorabuena. Un fuerte abrazo.”