viernes, 26 de junio de 2020

OFRENDA FLORAL Y ACTO DE CONFRATERNIZACIÓN DE NUESTRAS CUADRILLAS DE COSTALEROS


El pasado jueves 25 de Junio a las 21:30 h. en nuestra Ermita de San Sebastián tuvo lugar un emotivo Acto de Confraternización a petición de las Cuadrillas de Costaleros de nuestra Hermandad.

Nuestros Hermanos Costaleros y Capataces han sentido la necesidad durante todo el estado de confinamiento de nuestro país debido a la pandemia del Covid-19 de sentirse amparados y protegidos por Nuestros Sagrados Titulares como lo están cada Domingo de Ramos bajo sus trabajaderas. Y por los motivos que todos conocemos, este año nos ha tocado realizar nuestros Cultos y hacer una Estación de Penitencia diferente, desde la Fe y el corazón. Por ello una vez que se ha levantado el Estado de Alarma y las circunstancias lo han permitido con todas las medidas de seguridad e higiénico-sanitarias establecidas, han cumplido su promesa y deseo de reunirse en torno a Nuestros Amantísimos Titulares para realizar unas oraciones ante Ellos y realizar una ofrenda floral en Acción de Gracias.

Nuestro Hermano Mayor D. Santiago Daza González daba la bienvenida a los presentes y dedicó unas palabras de sincero agradecimiento en nombre de toda la Junta de Gobierno de la Hermandad por tan preciosa iniciativa, dando paso a continuación a nuestro Coadjutor Parroquial D. Rubén Sáenz Arancibia. 

Nuestro Coadjutor transmitió la lectura de la Palabra de Dios y nos hizo una bella reflexión de la misma recordándonos que Cristo y su Madre nos llevan de la mano cada día del año y que nosotros tenemos que corresponderles del mismo modo cada día también, recordando esa entrega, visitando y acudiendo a nuestro Templo a todos los Cultos y Actos que hace nuestra Hermandad cada mes, así como practicar el fomento de la palabra Hermandad que unidos hacemos los Hijos de Dios y la Santísima Virgen manifestando nuestra Fe tanto por las calles de nuestra Ciudad como por las de nuestra alma y nuestro corazón para proclamar y practicar su Evangelio.
Ofrenda a la Virgen de la Soledad por una representación de sus jóvenes costaleros.
Ofrenda a los pies del Santísimo Cristo del Perdón por parte de sus costaleros.
La representación de la cuadrilla de la Amargura entrega la ofrenda floral a la Santísima Virgen
Tras sendas disertaciones comenzó la Ofrenda floral por parte de las cuadrillas; siendo en primer lugar nuestra joven cantera de la Cuadrilla del Corpus de María Santísima de la Soledad la que ofreció a la Santísima Virgen unos centros de flores blancas; a continuación fue nuestra Cuadrilla del Santísimo Cristo del Perdón, para finalizar de igual modo con nuestra Cuadrilla de Nuestra Señora de la Amargura.
Una vez realizadas las Ofrendas, tomaron la palabra en el atril en primer lugar el Capataz del paso de Misterio D. Manuel Alejandro Gómez Díaz y a continuación el Capataz del paso de palio D. Francisco Sánchez Sánchez para recordar los momentos que nos habían tocado vivir este año cargados de emotividad y sentimientos encontrados así como para manifestar los deseos de unión en Hermandad a pesar de las adversidades acaecidas así como de salud y prosperidad para que próximamente volvamos todos a disfrutar juntos de nuestra Cofradía llevando a Cristo y Nuestra Señora bendiciendo las calles de La Palma y a todos sus devotos.

A continuación nuestro Secretario D. Juan Madrid Díaz fue nombrando una por una cada trabajadera de nuestros pasos en el mismo orden que habían realizado la Ofrenda (Soledad, Perdón y Amargura), para que nuestros Hermanos Costaleros fueran recogiendo el tradicional catavino con el que son obsequiados cada año por su labor abnegada, finalizando la entrega con el cuerpo completo de Hermanos Capataces, Contraguías y Auxiliares de los mismos.
Con el rezo de las oraciones por parte del Sacerdote se puso el broche final a un sencillo y espontáneo acto no menos cargado de muchos sentimientos y Fe a las plantas de quienes capitanean nuestra vida y designios: el Santísimo Cristo del Perdón, María Santísima de la Soledad y Nuestra Señora de la Amargura, con el deseo de todos los presentes de que no tengamos que volver a realizarlo de esta manera nunca más y con la esperanza siempre puesta en que podamos volver como de costumbre a hacerlo en nuestro Domingo de Ramos.